Compasión racional
¿Ser empático y resolver problemas directos o entender el contexto más a fondo? Carolina Hernández nos habla más de eso
CIUDAD DE MÉXICO.- Hola qué tal, yo soy Carolina Hernández y este es Sin Esdrújulas, tu micro mini podcast. Hoy terminé de leer este libro, Contra la empatía de Paul Bloom, y me dejó pensando muchas cosas…
El Paul Bloom básicamente propone que en vez de tener empatía tengamos compasión racional, una compasión que se base en principios éticos sólidos y análisis lógico, él argumenta que eso es más eficaz para lograr un impacto positivo.
Bloom dice que las decisiones basadas en la empatía pueden ser emocionalmente satisfactorias, pero a menudo conducen a resultados éticamente cuestionables.
Porque dice que nuestra empatía puede distorsionar nuestras prioridades morales.
Por ejemplo, una historia conmovedora de una sola víctima puede movilizar recursos desproporcionados, mientras que problemas sistémicos o estadísticas frías quedan ignorados.
Y aquí es donde quería llegar.
Esta semana me topé con tres casos de perros en condición de calle. De esos tres, solo a uno pude ayudar y me carcome el alma no haber podido ayudar a los tres, pero además, cuando junté eso con lo que había leído comencé a preguntarme si no estoy desviando mi energía y recursos en atender una víctima sin concentrarme mejor en el problema sistémico.
Sí esa empatía por casos en particular me desvía energía que podría usar en hacer algo que logre impactar más en la raíz del problema.
Bloom asegura que la empatía emocional, aunque bien intencionada, a veces incluso puede ser perjudicial.
Hay una historia de un guey que visitó Yellowstone y vio a una cría de bisonte que se había separado de la manada, luchando por cruzar el río.
Este guey por supuesto dijo: necesito ayudar, entonces se acercó a la cría y la empujó a la orilla del río, el pedo es que la vida silvestre tiene sus propias reglas y como a este bisonte bebé ya lo había chupado el diablo la manada lo rechazó.
Dicen que los guardas del parque intentaron en varias ocasiones reconciliar a la cría con la manada pero no se logró, entonces la cría siguió acercándose a la gente y a los automovilistas lo cual la ponía en riesgo a ella y a los visitantes y obligó al personal del Parque a sacrificarla.
Y antes de que digan, ay, la hubieran llevado a otro lado, esta decisión es por una normativa estatal y federal que prohíbe trasladar bisontes fuera de Yellowstone salvo para investigación científica o procesamiento de carne.
Y el pedo no es eso, el pedo es el guey salvador de la vida silvestre.
Lo mismo pasa con la raza que va y “ayuda” a las tortuguitas marinas a llegar al mar. No guey, tienen un proceso, ese camino de la playa al océano le sirve para fortalecerse y si se las comen las gaviotas, también es parte del proceso, si se la comen los cangrejos, tambiéeeen es parte del sistema… se llama cadena alimenticia, lo vimos en tercero de primaria.
Pero desmadramos todo el sistema, incluso queriendo ayudar.
Hay un montón de historias así.
La continua interferencia humana en dominios salvajes es un complejo de salvadores que está matando a la fauna salvaje. Incluso con las mejores intenciones.
Por eso este broder aboga por la compasión racional y estratégica, esa que puede tener más impacto. No sentir más, sino por pensar mejor.
Pero entonces ¿qué shingados hago con esa perrita gestante que camina sola por una avenida? El pedo son las causas. Aplicar compasión racional. ¿Qué se puede hacer para cambiar el problema sistémico y no solo el caso específico?
Pero es que a mi a veces -siempre- me ciega la emoción, pierdo el razonamiento porque quiero resolver el momento y si no lo logro me paso días ciclada pensando en el desolador escenario. Y no les puedo explicar el dolor que me causa no poder ayudar a cada uno de los casos que me topo o me comparten. Me paso semanas dándoles vueltas, genuinamente triste. Como si mi no intervención fuera la causa de que todo se vaya al carajo. Así de importante soy para el ecosistema.
Y me desgasta, porque la empatía emocional también desgasta un montón, te va mermando algo por dentro y no está chido vivir así.
Si llegaron hasta acá esperando una conclusión, lamento decirles que no la tengo. No sé cómo encontrar el punto medio, pero quizá Bloom no esté tan perdido y debamos empezar a razonar más y emocionarnos menos.