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México

¿Te gusta la cerveza? Estos son los grupos de personas que no deberían tomarla

Te habías enterado que estas personas no pueden beber cerveza debido a distintas condiciones y por salud, pese a que es una de las bebidas más consumidas en nuestro país.

De fondo personas con tarros de cerveza, símbolo de prohibido. Foto: Canva
De fondo personas con tarros de cerveza, símbolo de prohibido. Foto: Canva

Publicado el

Por: Maureen Hernández

CIUDAD DE MÉXICO.- Aunque hay varias cervezas que son las más consumidas en la capital mexicana, te tenemos noticias no tan buenas, pues existen algunos grupos de personas que no deberían tomarla.

¿Quiénes no deberían consumir cerveza?

En México, el consumo de alcohol es una práctica común, como lo revelan los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua (ENSANUT), que muestran que el 20.6% de los adolescentes y el 55.5% de los adultos consumieron alcohol con frecuencia durante 2022. Sin embargo, el consumo de bebidas alcohólicas, incluida la cerveza, puede tener efectos adversos significativos en la salud, especialmente para ciertos grupos de personas.

A continuación, te explicamos quiénes deberían evitar el alcohol y por qué:

Personas con enfermedades hepáticas

El hígado es el principal órgano encargado de metabolizar el alcohol. Si ya existe alguna afección hepática, como hepatitis o cirrosis, el consumo de cerveza puede agravar la condición y dificultar el proceso de depuración de toxinas en el cuerpo. Esto puede llevar a un aumento de la inflamación y dolor abdominal, así como a la retención de líquidos.

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Personas con problemas cardiovasculares o hipertensión

El alcohol, especialmente en grandes cantidades, puede elevar la presión arterial, lo que incrementa el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares o problemas cardíacos como arritmias y miocardiopatía. También puede reducir la cantidad de oxígeno que llega al corazón y los pulmones, lo que genera dificultad para respirar y dolor en el pecho.

Personas con trastornos de ansiedad o depresión

El alcohol es un depresor del sistema nervioso central, lo que significa que altera la química cerebral y puede empeorar los síntomas de la depresión y la ansiedad. Además, el consumo regular de alcohol aumenta el riesgo de dependencia y puede hacer más difíciles los tratamientos para estos trastornos mentales.

Mujeres embarazadas

El consumo de alcohol durante el embarazo puede tener efectos devastadores para el bebé en desarrollo. El alcohol puede atravesar la placenta y afectar al feto, causando abortos espontáneos, partos prematuros, malformaciones congénitas y discapacidades tanto físicas como intelectuales. No hay un nivel seguro de alcohol durante el embarazo. 

Además, si aún no estás segura de estar embarazada, aquí puedes hacerte una prueba completamente gratuita.

Personas con diabetes

La cerveza puede alterar los niveles de glucosa en sangre, lo que representa un riesgo importante para las personas con diabetes. El alcohol puede interferir con la capacidad del cuerpo para regular el azúcar en sangre, lo que puede causar fluctuaciones peligrosas en los niveles de glucosa y complicar el control de la enfermedad.

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Personas en tratamiento con ciertos medicamentos

Combinar alcohol con medicamentos como antibióticos, antidepresivos, analgésicos o medicamentos para el acné puede tener efectos peligrosos. El alcohol puede intensificar los efectos secundarios de estos medicamentos, como somnolencia, mareos y letargo, e incluso interferir con la eficacia del tratamiento.

¿Cuáles pueden ser las consecuencias del consumo de cerveza en la salud?

Incluso en cantidades moderadas, el consumo de alcohol, incluida la cerveza, puede tener efectos dañinos para la salud. Algunos de los riesgos más comunes incluyen:

  • Daño hepático: El alcohol puede inflamar el hígado y provocar enfermedades como la hepatitis alcohólica, la fibrosis y la cirrosis, que afectan gravemente su función.
  • Problemas cardíacos: El consumo excesivo de alcohol puede ocasionar arritmias, miocardiopatía, accidentes cerebrovasculares y un aumento de la presión arterial.
  • Afecciones pancreáticas: El alcohol puede desencadenar la pancreatitis, una inflamación dolorosa del páncreas que puede afectar la digestión.
  • Daño al sistema nervioso: Como depresor del sistema nervioso central, el alcohol puede alterar el estado de ánimo, la memoria, la coordinación y el control físico, aumentando el riesgo de accidentes.
  • Riesgo de cáncer: El alcohol es un carcinógeno conocido y su consumo está vinculado a un mayor riesgo de desarrollar cáncer, incluyendo de hígado, esófago, mama y colon.
  • Trastorno por consumo de alcohol: El abuso continuado de alcohol puede generar dependencia, afectando tanto la salud física como la mental.
  • Debilitamiento del sistema inmunológico: El consumo excesivo de alcohol puede debilitar las defensas naturales del cuerpo, aumentando la vulnerabilidad a infecciones.
  • Problemas digestivos: El alcohol puede irritar el sistema digestivo y aumentar el riesgo de sangrados en el estómago o el esófago.
  • Desnutrición: El alcohol interfiere con la absorción de nutrientes esenciales, lo que puede llevar a deficiencias nutricionales.
  • Alteraciones del sueño: Aunque el alcohol puede inducir somnolencia, en realidad interrumpe los ciclos de sueño, lo que causa insomnio y baja calidad del descanso. De hecho, hace poco se llevó a cabo un maratón de sueño en la CDMX.

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