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México

¿Por qué llorar te hace bien? La UNAM revela los beneficios ocultos

La UNAM revela que cada año podemos producir entre 55 y 110 litros de lágrimas, que se transforman en emociones procesadas que nos ayudan a crear vínculos más profundos con nosotros mismos.

Persona llorando.    Foto: Especial
Persona llorando. Foto: Especial

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Por: Marco Delgadillo

CIUDAD DE MÉXICO. - ¿Te ha pasado que estás en tus labores del día a día y de repente, en medio del caos, sientes que ya no puedes más? Te dan ganas de soltar unas lagrimitas, pero, como buen guerrero, te aguantas. Pues, según los expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a veces, una lloradita es justo lo que necesitas. Y no es solo para liberar emociones, también tiene varios beneficios para tu cuerpo y tu mente.

 

¿Por qué es bueno llorar?

Lo creas o no, llorar es una especie de ejercicio. Cuando lloramos, nuestro cerebro se pone en modo “entrenamiento”, aumentando el flujo de sangre, la frecuencia cardíaca y el gasto energético, como si estuvieras corriendo una buena distancia, ¡hasta 5 kilómetros! Eso explica por qué después de una buena llorada nos sentimos agotados, pero ligeritos, como si nos hubiéramos quitado un peso de encima. Haciendo que nos sintamos bien. 

Normalmente, una sesión de llanto dura unos 15 minutos, y durante ese tiempo nuestro cerebro se prepara para algo grande: la liberación de endorfinas. Estos neurotransmisores son como los héroes del buen humor, ya que nos ayudan a tranquilizarnos y a ver las cosas desde otra perspectiva. Así que, si después de llorar sientes una sensación de paz, ya sabes por qué.

Pero eso no es todo, también se liberan orexinas, unas sustancias relacionadas con el apetito. Seguro te ha pasado que después de llorar te da hambre, ¿verdad? Pues tu cuerpo está pidiendo combustible porque acaba de gastar mucha energía. Así que, sin culpa, date un antojo después de la lloradita.

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¿Es bueno llorar con compañía?

Ver llorar a alguien más, no solo te mueve el corazón, también mueve tu cerebro. Las neuronas espejo, que se activan cuando observamos las emociones de otras personas, entran en acción. Y, por si fuera poco, esto genera oxitocina, la hormona de la empatía y el amor. Así que, si te pones a llorar frente a alguien de confianza, ese lazo se puede hacer aún más fuerte. Llorar juntos no solo sana, también une.

De hecho, la UNAM revela que cada año podemos producir entre 55 y 110 litros de lágrimas. Son litros y litros de emociones procesadas que nos ayudan a crear vínculos más profundos y a conocernos mejor a nosotros mismos.

 

¿Qué pasa si te aguantas las lágrimas?

Sabemos que a veces “hay que ser fuertes” o al menos eso es lo que nos han dicho. Pero contener el llanto tiene sus consecuencias. Si te tragas las lágrimas constantemente, el estrés y la ansiedad pueden acumularse como el tráfico en Periférico a las 6 de la tarde. El cuerpo necesita soltar esas emociones, y cuando no lo hacemos, nos exponemos a sufrir malestares físicos y emocionales, como dolores de cabeza, problemas digestivos o, incluso, una desconexión emocional con los demás.

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Llorar es humano y necesario

Así que, la próxima vez que sientas que el nudo en la garganta te está apretando, no te reprimas. Llorar es tan natural como respirar. Es la forma en que tu cuerpo y tu cerebro te dicen que necesitan un respiro. Y, quién sabe, tal vez después de una buena llorada te sientas con la misma energía que después de una caminata larga por el Centro Histórico.

Recuerda, llorar es bueno para ti, pues incluso podría ser la ciencia detrás del amor, pues al llorar, no solo te ayuda a liberar el estrés, sino que te conecta más profundamente con quienes te rodean. Así que, no temas soltar esas lágrimas.

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