Cruz Azul contacta a José, quien dejó quimioterapia para estar con su familia

CIUDAD DE MÉXICO.- Llamé directamente al teléfono de Leo Guzmán, madre de José Armando, para corroborar el ofrecimiento del club Cruz Azul, una vez que se supo que estaban buscando la forma de hacer posible el sueño del pequeño y poder conocer al primer equipo de su escuadra favorita. Desde una cuenta de redes sociales ligadas al club de fútbol se leía un mensaje en el que se aseguraba que “lo harían”.

Doña Leo nos confirmó que la gente de Cruz Azul ya había hablado con ella y le ofrecieron estancia para ella Y su familia en la Ciudad de México, para presenciar el partido contra las Chivas de Guadalajara el próximo 2 de marzo.

Pero lamentablemente, el pequeño no se encuentra en las mejores condiciones de salud para realizar este viaje. El día de hoy regresó al hospital para ser atendido por dolores en la espalda que no le calman los medicamentos y los cuidados alternativos, una vez que dejó atrás el tratamiento formal del cáncer que tenía.

Doña Leo tiene tanta tristeza acumulada por varios años de haber luchado junto a su hijo contra el cáncer, que ahora que ha decidido suspender su tratamiento, una parte de ella no entiende y la otra llora amargamente por esa decisión.

Por ello los dos sueños fundamentales que el niño tenía una vez que suspendió su tratamiento están comenzando a tomar forma, primero se realizó una “fiesta en grande”, justo como quería José Armando y para eso llevaron piñatas y pasteles y una gran cantidad de comida y postres para disfrutar esas horas en compañía de quien por muchos años no supo lo que era tener una fiesta, al estar dedicado completamente a su salud.

Y no es que ahora su salud no le importe, pero al tener una recaída luego del paquete más reciente de quimioterapia, decidió suspender eso que a él más que nadie me duele en el cuerpo a todos en el alma.

Esperan que la salud del pequeño mejore y que pueda asistir a la Ciudad de México y conocer a su equipo favorito y quizá hasta quedarse al encuentro contra las Chivas rayadas del Guadalajara, algo que todavía no le informan al pequeño de 14 años de edad, para no ponerlo ansioso y permitir que mejore su estado de salud para soportar el viaje

En casos como este es indudable, el inmenso alcance que tienen sociales para hacer que lo imposible sea posible y para convertir los sueños en dulces realidades. Ahora esperan que la salud, el tiempo en la vida y cumplan este gran deseo del pequeño que luchó más de la mitad de su vida en contra de una abominable enfermedad.

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