Por esto la Ciudad de México tiene alcaldías y no municipios
Principalmente por cuestiones políticas y territoriales la capital no tiene ayuntamientos.
CIUDAD DE MÉXICO.- En la Ciudad de México, la distinción entre alcaldías y municipios tiene raíces históricas y políticas que han evolucionado desde la creación del Distrito Federal (DF). Hasta 1928, la capital del país estaba dividida en 17 municipios, la mayoría con los nombres que hoy llevan las alcaldías. Sin embargo, en 1929, el gobierno del Distrito Federal centralizó el poder, reemplazando los municipios con delegaciones, administradas por un jefe del Departamento del Distrito Federal, nombrado directamente por el presidente de la República.
Esta estructura se mantuvo hasta que en 1971, una reorganización territorial creó nuevas delegaciones: Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Venustiano Carranza. Esta fue una de las varias reformas que buscaron mejorar la administración de la creciente y compleja ciudad.
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El cambio más significativo ocurrió en 2015, cuando se decidió que el Distrito Federal desaparecería para dar lugar a la Ciudad de México, un cambio que se concretó en 2016 con la promulgación de su propia Constitución. Las delegaciones se transformaron en “demarcaciones territoriales”, es decir, alcaldías, cada una con su propio órgano de gobierno central.
La pregunta de por qué no se optó por volver a los municipios radica en la autonomía que estos requieren. Los ayuntamientos municipales tienen una mayor independencia del gobierno central, algo que no se consideró práctico para la Ciudad de México, donde las fronteras entre demarcaciones son casi invisibles y una administración centralizada es más efectiva.
Las alcaldías están compuestas por un alcalde o alcaldesa y un concejo, ambos elegidos por votación universal, libre, secreta y directa para un período de tres años. Tienen personalidad jurídica, atribuciones para manejar su presupuesto y la facultad de presentar iniciativas de ley. Sus mayores competencias son los servicios públicos.