¡De sueño a pesadilla! Se entera de la muerte de su hijo antes de cruzar a EUA

CIUDAD DE MÉXICO.- Adrián Méndez salió de Venezuela hace ocho meses en busca no solo de un mejor trabajo y poder enviar algo de dinero a su familia. Lo hizo para poder pagar el tratamiento de leucemia para su hijo de seis años

Cruzó varios países y llegó a la frontera en Ciudad Juárez. Ahí consiguió lo que para muchos es casi un imposible, una cita para entrevistarse con autoridades migratorias en Estados Unidos en busca de una estancia legal en este país.

Este parecía ser el sueño esperado para Adrián, pero una jugada del destino le demostró que la vida tenía otros planes y a solo unos pasos de realizar esta entrevista recibió una llamada inesperada, en la que le informaban que su hijo Yosuar había muerto.

Es el hijo por el que se estaba esforzando y a quien iba a pagarle un tratamiento médico que no logró hacer. Destrozado, comenzó a buscar ayuda para regresar a su país y tratar de estar presente con su familia. Contra viento y marea logró que una organización religiosa le comprara boleto de avión.

Por ello viajó primero a la Ciudad de México desde Chihuahua y en la capital mexicana le negaron la oportunidad de hacer el viaje a Venezuela, a pesar de que contaba con un pase de salida extendido firmado por autoridades mexicanas y un pasaporte temporal.

Adrián nunca quiso dejar a su familia en Venezuela, nunca quiso alejarse de su hogar, nunca quiso a la muerte de su hijo y tampoco quiso incumplir la promesa que le hizo de regresar pronto. Ahora espera que un milagro ocurra para poder regresar a su país.

Y es que en medio de una crisis migratoria que en la actualmente deportan a decenas de indocumentados a sus países de origen, parece un chiste de mal gusto que a Adrián no lo deporten, ni le respeten el documento que le permitía irse de México en avión.

Está muy desesperado, le tocó muy fuerte la noticia y cuándo lo traían para avanzar y que lo iban a ayudar, pues lo dejaron en la ciudad de México.

Ahora no sabe cómo regresar a su tierra, donde piensa pasar unos días junto a la tumba de su hijo por el dolor que le provocó anticipada partida de esta vida.

Nos preocupa porque sea ido Y no sabemos nada de él.

Para reunir dinero, el inmigrante ocupa las horas del día vendiendo paletas en las cercanías de la central de autobuses del Norte e incluso tomó una medida desesperada y se entregó ante autoridades migratorias en la capital, pensando en ser deportado. Pero, aunque fue detenido, también lo dejaron en libertad sin lograr ser expulsado de México.

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