Reforma judicial con peras y manzanas

CIUDAD DE MÉXICO.- Faltan sólo unos días para que la reforma judicial llegue al Senado para que (probablemente) sea aprobada. ¿Qué es y por qué ha desatado el pánico? Aquí la explicación con peras y manzanas.

Primero lo primero: ¿por qué se hace la reforma? Pues, por algo obvio: En México la justicia es selectiva. Claro que hay muchísima corrupción en el Poder Judicial, en otras palabras, jueces ineptxs, vendidxs al poder. Entonces Morena presentó la solución: ¡votar a las y los jueces, magistradas y magistrados! Excepto que el voto no ha eliminado la corrupción en los alcaldes, en los presidentes, ni en ningún otro cargo de elección popular.

Además, sabemos que para acceder a la justicia es importante tener policías honestas, y fiscalías eficientes, pero esta reforma no habla de eso, sino del voto, y de quitarle privilegios excesivos a jueces y magistradxs que, pues eso es positivo. Ahora bien, si esta reforma es aprobada, ¿entre quiénes vamos a votar? Lxs que ya estén en sus cargos van a poder participar en la elección y también estarán las propuestas de legisladores, de la presidenta, y de la Suprema Corte. Por ello, gran parte de las opciones serían personas que Morena apruebe. La crítica viene porque si estos jueces votados le deben el cargo (al menos la nominación) a un partido o gobierno, podrían no ser imparciales.

Imaginemos: tienes un pleito con el gobierno. Supongamos que te están diciendo que debes impuestos. El juez podría no darte la razón aunque la tengas porque le debe el “favorcito” al gobierno. Ahora, escalemos este escenario a demandas entre el gobierno y empresas privadas. ¿A quién le van a dar la razón? Es este planteamiento lo que ha generado preocupación extranjera. Por eso el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, ha dado fuertes críticas a la propuesta de Morena.

Otra preocupación son los jueces sin rostro cuya identidad sería secreta por seguridad en casos del narco. Suena lógico, pero los ejemplos reales que tenemos son de gobiernos de derecha. Resulta una medida que viola los derechos humanos, que la ONU ha reprobado y que limita el acceso a un juicio justo.

A pesar de todos los señalamientos, la Cámara de Diputadxs pasó la reforma este miércoles 4 de septiembre. Lo hicieron a las carreras, en una jornada de 17 horas seguidas Además la discusión fue en un gimnasio de la Magdalena Mixihuca porque manifestantes estaban en la sede de San Lázaro. Hubo varias denuncias de legisladores de la oposición. Laura Ballesteros, de Movimiento Ciudadano dijo que no les dejaron pasar al principio. Además, Ivonne Ortega, coordinadora de la bancada naranja aseguró que asistentes estaban tomando el lugar de legisladores de la 4T. Como si fuera poco, no se tenía un acceso perfectamente controlado, hubo dudas en la asistencia, y tampoco había un tablero electrónico para llevar los votos.

Todas estas irregularidades podrían poner en riesgo la reforma, porque la Suprema Corte tendría argumentos para echarla abajo dado que no se siguieron los protocolos establecidos. Eso es una posibilidad futura, ahorita falta ver la votación en el Senado, donde la 4T está a un voto de conseguir su cometido. Con todo y los dos perredistas chapulines, José Sabino Herrera y Araceli Saucedo, sigue sin alcanzarles. Mientras tanto legisladores del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano han insistido que votarán en contra.

Ahí no acaba el cuento. Morena podría aprobar su reforma con que un sólo legislador falte. No importa si es por enfermedad o un accidente. Esto porque para que pase necesitan dos terceras partes de los votos, y el cálculo cambiaría con una ausencia.

Queda esperar. 

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