El guardián de las monarcas y el capitalismo voraz
Crónicas Pop por Fernando Bustos
CIUDAD DE MÉXICO.- México es uno de los países más peligrosos para los y las defensoras del medio ambiente. Tan sólo en el 2023, 20 fueron asesinados. Y quizá el caso más conocido es la desaparición y asesinato de Homero Gómez González a quien muchos conocen hoy en día como el guardián de las mariposas, nombre que lleva el documental realizado por Emiliano Ruprah de Fina.
Homero era un activista y defensor ambiental que estaba comprometido con el cuidado del santuario de la mariposa monarca en Ocampo, Michoacán. Su misión era proteger el bosque a donde todos los años llegan millones de mariposas monarcas y eso lo llevó a confrontarse y emprender una lucha contra coorporativos como Monsanto, con grupos delictivos de Michoacán y con el poder político de su estado que al parecer no cuidaba los intereses del pueblo ni del bosque sino los que les dejaban una ganancia económica.
En este documental se detalla que el principal peligro que enfrenta este bosque y las mariposas es el negocio de la tala ilegal. Grupos criminales talan ilegalmente árboles para vender su madera en EEUU y luego queman esa tierra para que no puedan volver a crecer esos árboles. Después usan esa tierra para sembrar aguacates de manera ilegal que luego mandan a EEUU. Y para hacer esto, estos grupos de crimen crean hoyas de cultivo que acaparan el agua y dejan sin el vital líquido a la zona.
Homero hizo frente a todo esto y, por supuesto no lo hizo sólo pero fue un importante portavoz. La gente lo seguía y utilizaba los medios para hablar de todas estas problemáticas y hacerlas públicas. Y esto le costó su vida.
El documental El guardián de las mariposas, que pueden verlo en Netflix, es apenas un vistazo a esa problemática y creo que es importante verlo para comprender algunos de los peligros que enfrentan los activistas y la opacidad del gobierno.
A veces se habla mucho de los peligros del capitalismo en términos abstractos pero este es uno de los principales peligros que transcurren día a día en zonas con poca visibilidad pública, donde grandes corporativos y gente que busca enriquecerse aún a costa de la vida de otras personas, amenazan con devorar los ecosistemas, bosques, ríos, animales.
Las y los defensores ambientales están protegiendo nuestro futuro y el gobierno, los gobiernos, no los cuidan como deberían. Así como celebramos a artistas que contaminan con aviones privados también podríamos celebrar y entender la labor de estas personas y exigir su cuidado, darles eco.
