'Sextorsión' en CDMX: Piperos piden sexo a mujeres por acceso a agua

CIUDAD DE MÉXICO.- La crisis del agua en la Ciudad de México es una problemática en aumento, especialmente en las zonas más vulnerables. Esta situación no solo genera un impacto económico en las familias de menores recursos, sino que, como lo reveló Jorge Alberto Arriaga, coordinador de la Red del Agua de la UNAM, expone a mujeres a extorsión sexual.

Arriaga reveló en un foro organizado por el Congreso de la Ciudad de México la situación de mujeres en zonas vulnerables de la capital como Iztapalapa y Xóchimilco, donde debido a la escasez de agua son presionadas por piperos, quienes les exigen dinero o favores sexuales a cambio del suministro de agua.

 

¿Qué es la 'sextorsión' y cómo afecta a las mujeres de CDMX?

Durante su participación en el foro, Arriaga comentó un estudio realizado por la 'Red de Integridad por el Agua' en Iztapalapa y Xochimilco, con una muestra de más de 600 mujeres. El estudio reveló que el 5% de estas mujeres ha sido víctima de acoso sexual, 'sextorsión', es decir, han tenido que intercambiar favores sexuales para poder obtener agua. Esto, según el experto, es una de las formas de corrupción más extremas, en la cual las mujeres son las principales afectadas debido a que, en muchos hogares, ellas son las encargadas de gestionar el abastecimiento del agua.

 

¿Cuál es el contexto de la falta de agua en estas zonas?

Arriaga explicó que el acceso al agua en la Ciudad de México es desigual. Mientras algunas zonas reciben hasta 700 litros de agua diarios por persona, otras apenas alcanzan los 100 litros. Colonias de Iztapalapa, Tláhuac y Milpa Alta están entre las más afectadas, con niveles muy bajos de abastecimiento. En estos lugares, el acceso al agua depende, en gran medida, de pipas, que no cuentan con mecanismos de control adecuados, permitiendo que se produzcan actos de abuso y extorsión.

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¿Cómo afecta la falta de agua a las mujeres en situación de pobreza?

El impacto económico de la escasez de agua también recae de forma desproporcionada en las familias de escasos recursos. De acuerdo con Arriaga, el 8% de los ingresos mensuales de estos hogares se destina a obtener agua, ya sea en pipas o en agua embotellada, un porcentaje que supera  al doble por lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En contraste, las familias con mayores ingresos solo destinan el 1% de sus ingresos al agua, ya que sí cuentan con un suministro regular.

 

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¿Qué soluciones se están planteando?

El especialista de la UNAM destacó la necesidad de establecer políticas públicas que consideren las diferentes condiciones de género y pobreza en el acceso al agua. 'Podríamos hablar de pobreza, de género, qué les está pasando a las mujeres trans que no tienen acceso a agua o qué les pasa a las personas con discapacidad. Tenemos que poner mucha atención a estas personas más vulnerables', subrayó. 

Asimismo, subrayó la importancia de establecer mecanismos de rendición de cuentas y transparencia en la distribución del agua, y de crear tarifas que no afecten desproporcionadamente a las familias con menores ingresos.

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