¿Formalizar a comerciantes ambulantes? Esto proponen empresarios en CDMX
Integrar al comercio informal en un esquema formal es un desafío complejo, pero también una oportunidad única para mejorar la economía y la calidad de vida en la capital
CIUDAD DE MÉXICO. - El comercio informal, ese que vemos todos los días en las esquinas, en las estaciones del Metro y en los tianguis, es parte del paisaje cotidiano de la Ciudad de México.
Desde la venta de tacos en un puesto improvisado hasta los comerciantes que ofrecen accesorios tecnológicos en las calles, este sector mueve millones de pesos diariamente. Pero, ¿qué implica para la economía de la capital y qué se está haciendo al respecto?
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¿Qué es el comercio informal y por qué afecta a la economía?
El comercio informal abarca todas las actividades económicas que operan al margen de la regulación gubernamental. Esto significa que no pagan impuestos, no generan derechos laborales para sus trabajadores y, en muchos casos, funcionan sin medidas de control sanitario o de seguridad.
Aunque representa una fuente de ingresos para millones de familias, también trae consigo serias implicaciones. Según José de Jesús Cárdenas, presidente de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México, el problema radica en que este tipo de comercio, aunque mueve la economía, no contribuye al erario público.
Esto afecta directamente la capacidad del gobierno para invertir en infraestructura, servicios de salud y programas sociales. En palabras sencillas: la ciudad no recibe nada a cambio de ese flujo económico que ocurre en sus calles.
Además, la falta de regulación genera una competencia desleal para los comercios formales, que sí cumplen con obligaciones fiscales y laborales. Esto crea un círculo vicioso donde los pequeños negocios formales no pueden competir y, eventualmente, optan por caer en la informalidad.
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¿Qué es la propuesta de bancarizar a los comercios informales en la CDMX?
Ante este panorama, la Cámara de Comercio ha planteado un plan ambicioso: bancarizar al comercio informal. Esto implicaría que los comerciantes tengan una cuenta bancaria, acceso a servicios financieros y, eventualmente, se inscriban en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC). Sin embargo, aclaran que no se buscará cobrar impuestos de inmediato.
El primer paso sería crear un registro voluntario de los comerciantes, comenzando por la alcaldía Cuauhtémoc, una de las zonas con mayor actividad informal. La Cámara de Comercio actuaría como garante para proteger la información de los comerciantes y facilitar su acceso a financiamiento y sistemas de pago electrónicos.
La propuesta, presentada a la Secretaría de Desarrollo Económico y la Secretaría de Gobierno, contempla un periodo de adaptación. Durante el primer año no se cobrarían impuestos, y en el segundo año se implementaría un sistema de contribución mínima, basado en el estado de cuenta de cada comerciante.
José de Jesús Cárdenas confía en que, para 2025, se contará con un padrón significativo de comerciantes y que, para 2026, los beneficios serán evidentes tanto para los comerciantes como para las arcas de la ciudad. Entre las ventajas prometidas están la incorporación al sistema de salud y mejores condiciones para operar.
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¿Qué ha dicho Clara Brugada sobre el comercio informal?
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, también ha expresado su interés en regularizar el comercio informal. Durante su campaña, prometió crear el Instituto de Comercio Popular y legislar para reconocer los derechos de los comerciantes informales en la Constitución de la Ciudad de México. Sin embargo, estos esfuerzos han enfrentado resistencia política, principalmente de los partidos PRI y PAN, según sus declaraciones.
Brugada sostiene que la Ciudad de México tiene el potencial de ser un referente económico a nivel mundial, gracias a su conectividad, infraestructura y mano de obra especializada. No obstante, para alcanzar ese objetivo, es crucial integrar al comercio informal en la economía formal.
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¿Qué opinan los chilangos sobre el comercio informal?
Para los habitantes de la Ciudad de México, el comercio informal es un tema que genera opiniones encontradas. Por un lado, representa una fuente de empleo y una forma accesible de adquirir productos y servicios. Por otro, es sinónimo de caos en las calles, competencia desleal y falta de garantías de calidad.
Sin embargo, la regularización del comercio informal no solo beneficia al gobierno; también puede transformar la vida de los comerciantes. Acceder a financiamiento, servicios de salud y sistemas de pago electrónicos podría abrir nuevas oportunidades y mejorar la calidad de vida de quienes dependen de este sector.
Integrar al comercio informal en un esquema formal es un desafío complejo, pero también una oportunidad única para mejorar la economía y la calidad de vida en la capital. La propuesta de bancarización y el compromiso político podrían ser el inicio de un cambio significativo. La pregunta es: ¿estamos listos como sociedad para dar ese paso?
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