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Por qué crees lo que crees

Alguna vez te has cuestionado ¿por qué eres lo que eres y cómo es que has terminado creyendo lo que te define? Carol H. Solís nos cuenta más

Publicado el

Por: Carolina Hernández

CIUDAD DE MÉXICO.- Hola qué tal, soy Carolina Hernández y este es Sin Esdrújulas, tu micro mini podcast en el que escribo cosas que luego leo para tener la razón.

Hace días hablé sobre Imane Khalif, la boxeadora argelina que recibió toda clase de cuestionamientos sobre su identidad, y muchas de las personas que se enfurecían porque le llamé mujer, argumentaban que la biología es la biología.

Y empecé a tratar de entender por qué les costaba tanto trabajo imaginar siquiera la posibilidad de que la biología que conocimos en 1980 ya no sea la que es ahora.

Me fui al método científico y a cómo se desarrollan las leyes y teorías que ahora damos por sentadas. Y me clavé mucho en que todo parte de la observación y la confirmación.

Porque básicamente el método científico, es plantear una hipótesis e intentar demostrarla. Y si la demuestras, hacerla ley. Pero en ciencia se experimenta, se cambia de acuerdo con la nueva información que se puede obtener.

El caso es que una cosa me llevó a la otra y llegué a Immanuel Kant y su Crítica de la razón práctica. Y allá vamos.

Este carnal se cuestionaba mucho: ¿Cuáles son los fundamentos éticos para nuestras acciones? ¿Cuáles son los principios que debemos como medida moral?

Evidentemente tenía un shingo de tiempo libre, pero al parecer Kant genuinamente creía que las personas podemos liberar nuestros juicios y acciones morales de la influencia del mundo subjetivo de los sentidos, si hacemos uso de la razón.

Ahí está el pedo. La razón. ¿Qué es la razón?

Según la historia, los griegos fueron los primeros en hablar de la razón, al incluir en sus bacanales filosóficos la argumentación, la discusión y el diálogo para lo que ellos llamaban el despliegue intelectual.

Comenzaron a ver todo lo que les rodeaba, su origen y su orden, como un problema al que había que buscarle una respuesta que no fuera, por que dios así lo creo, si no que incluyera la experiencia y el pensamiento.

Comenzaron a desconfiar de los mitos -que era todo lo que sabían- y comenzaron a cuestionarse las cosas. De ahí surgieron grandes descubrimientos… ¿Por qué crees lo que crees?

A que voy con todo este ruido blanco… quizá a nada, pero tal vez mi punto es que solo cuestionando nuestras certezas es como, históricamente, la humanidad ha avanzado.

Solo abriéndonos a la posibilidad de que eso que hemos dado por hecho durante años, quizá no era.

Porque el tiempo, la vida, la ciencia nos han mostrado que las cosas cambian. Que las evidencias disponibles se amplían y que lo que creíamos de cierto, era solo por que no teníamos más información.

La tierra no es el centro del universo. Un año humano no equivale a siete años de perro.

Las personas no tenemos solo cinco sentidos.

A Newton nunca le cayó un manzana en la cabeza.

Los murciélagos no son ciegos.

Los agujeros negros, no son negros.

La gente no usa sólo el 10 por ciento de su cerebro… bueno, esa yo sí creo que en algunos casos es real... ¿o tú qué crees?

Ver nota:
¿Y el chile del que pica?; Sin Esdrújulas

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