#VIDEO: ¡Qué oso! Los momentos más virales de los debates electorales

CIUDAD DE MÉXICO.- Los altibajos de los candidatos en los debates previos a las elecciones del 2 de junio han provocado risas y  preocupación, destacando momentos que oscilan entre lo memorable y lo cuestionable. Por eso en POSTA CDMX te traemos los momentos virales que se han presentado en los debates rumbo a las próximas elecciones.  

Margarita Quiroz (PT)

Recientemente la candidata a la Presidencia Municipal de San Pedro Garza García, Nuevo León, Margarita Quiroz, del Partido del Trabajo (PT), se volvió viral por una respuesta que dejó mucho que desear durante el debate. Sus nervios parecieron traicionarla, resultando en un discurso incoherente que ni siquiera ella misma logró comprender.

 

Yuriri Ayala (Morena)

De la misa forma, Yuriri Ayala, candidata a la diputación de la alcaldía Gustavo A. Madero por la coalición 'Sigamos Haciendo Historia', conformada por Morena, el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista, tuvo un desliz al afirmar accidentalmente que sus adversarios serían los ganadores, colocándose ella misma como la perdedora. Además, durante una intervención, se vio sorprendida al quedarse sin palabras y prefirió ceder el tiempo asignado. 

Miguel Torruco (Morena)

Un momento vergonzoso también lo protagonizó Miguel Torruco, aspirante a la alcaldía de Miguel Hidalgo, quien, aunque no mostró signos de nerviosismo, incurrió en un error al afirmar que los niveles de seguridad en Iztapalapa eran superiores a los de la alcaldía que busca gobernar, desatando risas entre los asistentes al debate. Este comentario se interpretó como un gesto de apoyo a su compañera de partido, Clara Brugada, quien anteriormente había gobernado Iztapalapa.  

 

Nadia Masías (PRD)

Asimismo, la candidata a diputada Nadia Masías, del PRD, experimentó un episodio de nerviosismo extremo durante el debate en la Ciudad de México, quedándose en silencio en plena discusión sobre transparencia y buen gobierno, sumida en un estado de shock momentáneo.

Estos momentos, aunque bochornosos para los candidatos involucrados, son reflejo de la presión que conllevan los debates electorales, que no solo ponen a prueba las habilidades de comunicación, sino también la capacidad de manejar situaciones adversas bajo la mirada crítica del público y la prensa.

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