¡Tu puedes evitar más lluvias! Visita la estatua de Tlaloc en Chapultepec
La estructura que pertenece al Cárcamo de Dolores, se encuentra en la segunda sección del Bosque y cuenta con murales del mismo Diego Rivera
Ciudad de México.- Al adentrarse en la Segunda Sección de Chapultepec, los visitantes son recibidos por la impresionante escultura de Tláloc en el Cárcamo de Dolores. Esta monumental representación del dios de la lluvia, con sus dos cabezas mirando en direcciones opuestas, es sin duda uno de los atractivos más fascinantes de la zona.
Una obra con propósito
La dualidad de las cabezas de Tláloc no es un mero capricho artístico. Una de las caras está orientada hacia el Cárcamo, vigilando el flujo de agua, mientras que la otra mira al cielo, pensada para ser vista desde las aeronaves que sobrevuelan la zona. Esta ingeniosa disposición permite que la escultura cumpla una función tanto práctica como estética.
Un espectáculo desde cualquier ángulo
Aunque los aficionados a los drones han encontrado en Tláloc un sujeto perfecto para sus filmaciones aéreas, la escultura también puede ser apreciada a nivel de piso. Los detalles intrincados y la magnitud de la obra hacen que sea igualmente impresionante desde cerca, invitando a los visitantes a explorar cada rincón de esta majestuosa pieza.
Más que una escultura
El Cárcamo de Dolores es más que una simple estructura artística; es una parte integral del Sistema Lerma. Este sistema incluye 300 pozos de extracción, bombas sumergibles y un acueducto que atraviesa el Parque Nacional de La Marquesa. Con una sección de 3.2 metros de diámetro, este acueducto puede transportar hasta 14 mil litros de agua por segundo, destacando la importancia de Tláloc y el Cárcamo dentro del complejo sistema de gestión de agua de la ciudad.
Un emblema del Parque Chapultepec
La escultura de Tláloc se erige no solo como un símbolo de la rica herencia cultural de México, sino también como un recordatorio de la ingeniosa infraestructura que sostiene a la Ciudad de México. Para quienes deseen explorar la fusión de arte, historia y tecnología, una visita al Cárcamo de Dolores es indispensable.
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