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Tiene 22 años barriendo las calles de la CDMX con solo un brazo

Antes fue albañil y prácticamente no hay actividad que lo limite, ya que desde los 11 años de edad, perdió el brazo a consecuencia de un accidente de trabajo.

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Por: Iván Macías

CUAUHTÉMOC, Ciudad de México.- Se levanta de madrugada para poder alcanzar el primer microbús que lo lleve del Desierto de los Leones a la alcaldía Cuauhtémoc, donde tiene a su cargo barrer 4 calles todos los días.

Hay veces que se la micro se me pasa y tengo que agarrar un taxi, ya de menos aquí a Insurgentes y de ahí ya agarro el Metrobús.

Alberto Hernández Cid, 

Barrendero.

 Cuando toma taxi paga 140 pesos solo para ir a trabajar, casi lo que obtiene al día, 22 años de su vida los ha dedicado a limpiar las calles de diferentes barrios de la capital mexicana. Desde hace 5 que consiguió su base como trabajador del Gobierno de la Ciudad de México, le corresponde la colonia Buenavista.

Su trabajo es ejemplar y eficiente, se nota la experiencia en el manejo de la escoba artesanal hecha con varas secas de árbol, que utiliza para recoger hojas y basura. Para llevársela en el carrito, para dejar limpias las calles de Carlos J Meneses, Moctezuma, Zaragoza y Pedro Moreno, en Buenavista, su territorio.

Pero todo eso lo hace Alberto con solo un brazo, a los 11 años de edad sufrió un terrible accidente cuando abastecía de masa una tornillería. El encargado le habló y esa distracción provocó el accidente que cambió su rumbo en la vida.

Después vino un tratamiento que él piensa que fue inadecuado, porque ya le habían logrado implantar nuevamente su mano, cuando en una revisión “sintió” que lo apretaron de más el vendaje y a la siguiente consulta detectaron gangrena y perder el brazo hasta el hombro para salvar su vida, fue inevitable.

Alberto venció las dificultades que ese episodio le dejó en la vida, prácticamente ha hecho de todo, por mas de 20 años fue albañil, su especialidad era preparar la mezcla usando la pala como cualquier otro trabajador, su brazo izquierdo no le ha hecho falta para bailar, para empujar su carrito, para acarrear material o para cualquiera otra actividad.

Pero este barrendero singular, quien recibe el reconocimiento de sus vecinos tiene todavía sueños por cumplir a sus 65 años de edad, porque a pesar de todo lo que ha logrado en la vida, aun le falta tener su propia casa, la que ningún programa del Gobierno le ha otorgado a pesar de su antigüedad. El sueña en su casita propia, ya construida o incluso hecha por él mismo con la fuerza inquebrantable que siempre lo ha sacado adelante y con su único brazo.

Claro, aunque sea un cuartito donde pueda yo meterme con mis hijos, mi esposa y vivir tranquilos. Imagínese, tener una casa propia, de uno mismo y que diga yo llego aquí a la hora que quiero.

Alberto Hernández Cid, 

Barrendero.

Esa es la próxima meta de un hombre que se abre paso en la vida a diario, quizá solo tenga una mano, a causa de ese accidente y le complique algunas actividades. Pero a cambio de esa limitación, Alberto parece que tiene 2 o 3 corazones, una energía inagotable y que su cuerpo hace lo que incluso algunas personas sin limitaciones no harían.

La próxima vez que pasen por esas calles de Buenavista, seguro lo verán con ese ánimo que lo distingue y la sonrisa tatuada en su rostro. Ojalá puedan saludarlo, reconocer su trabajo. porque sin él en esas calles, no sólo se acumularía la basura, se perdería ese ejemplo urbano que muchas veces se necesita para salir adelante en la vida. El ciudadano destacado,  el chilango chingón.


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