Se aventó de tercer piso para salvarse: historias de sobrevivientes a explosión
El día después del estallido que dejó 36 inmuebles afectados, deja ver la tristeza que viven los sobrevivientes, quienes tratan de salir adelante de esta adversidad, aunque no es tan sencillo.
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LA PAZ, Estado de México.- POSTA CDMX percibió el aire que tiene su característico olor a quemado que deja claro la tragedia que ocurrió en este barrio del Estado de México. Las miradas perdidas, la gente abrazando sus bolsas con sus pertenencias; sentados en el piso mientras comen sin ganas y caminando sin ir a ningún lugar, son parte del panorama que quedó luego del estallido en el que 36 inmuebles quedaron dañados y algunos casi en su totalidad entonces la explosión de varios tanques de gas.
Si fue muy fuerte ver como todos los demás departamentos se fueron incendiando.
No hay un solo lugar donde no se observe escombro, despojos, pedazos de puertas, concreto, cristales y diversas pertenencias de quienes viven en esta unidad habitacional Tepozanes y que, de la noche a la mañana, tuvieron que cambiar su vida diaria para vivir en el piso a unos metros de la que era su casa.
Mi esposo vio como una jovencita, se arrojaba desde el tercer nivel, el novio que abajo estaba también, su hermano, sólo vio cuando la muchacha venía en el aire.
Pero lo que más les atormenta es el recuerdo de ver lo que quedó luego de los momentos que aseguran son los más aterradores de su vida cuando el fuego amenazaba con arrebatarles la vida luego de quedar literalmente aturdido por la explosión que se originó en uno de los departamentos.
Experiencias difíciles de olvidar
Elizabeth recuerda que además de esta terrible experiencia para ella fue aterrador, tratar de controlar a su esposo, quien miró como una escena de apocalipsis ver a dos jóvenes que se arrojaron de lo alto de uno de los edificios en un acto desesperado por ponerse a salvo.
Marina, sentada en la banqueta junto a Elizabeth, los arbustos le sirven de respaldo para poder pasar las horas sentada. Le duele la cara donde tiene todavía cicatrices luego del estallido, también las manos, pero más le duele el alma porque está consciente que por poco muere en este lugar.
Al momento de la explosión, salieron disparados las ventanas. La puerta, los vidrios y me salpicaron aquí en mi cara.
Claudia Hernández no para de dar vueltas cargando algunas bolsas con las pocas pertenencias que pudo sacar de lo que fue su departamento y las está acomodando en la que parece que será su nueva casa, una camioneta que está estacionada en el área común de esta unidad habitacional y que ni siquiera es suya porque se la prestó su cuñado luego de que como muchos tuvo que desalojar su casa.
No es fácil, estamos ahorita a la espera de qué nos digan si podemos regresar a nuestra casa.
Las autoridades ahora intentan determinar cuáles inmuebles son seguros para seguir viviendo y cuáles no podrán ser habitados, para ellos es claro que aunque parezcan estar de pie pueden significar un grave riesgo para que la gente viva ahí.
Es una revisión estructural a todos los inmuebles, y nada más estoy en espera de los planos que va a otorgar desarrollo urbano para poder hacer el estudio completo.
Hoy se supo del fallecimiento de una segunda víctima, quien habría perdido la vida al interior del hospital Magdalena de las Salinas, cuando ayer fue trasladada de urgencia en helicóptero.
Ver nota:
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