¿Qué pasó con los detectores de armas y metales del Metro en CDMX?
Los detectores de armas y metales en el Metro de la CDMX fueron instalados como medida de seguridad, pero su abandono refleja desafíos logísticos y presupuestarios.
CIUDAD DE MÉXICO. - Las entradas del Metro de la Ciudad de México contaban con detectores de metales como parte de un esfuerzo por reforzar la seguridad en uno de los sistemas de transporte más transitados del mundo.
Los detectores de metal del Metro, instalados tras un incidente en 2009, han quedado en desuso por falta de mantenimiento y recursos.
Tras una inversión millonaria en detectores de metales y equipos de rayos X en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, la mayoría de estos dispositivos se encuentran abandonados o inutilizados. Originalmente instalados para reforzar la seguridad, hoy representan una infraestructura desaprovechada.
¿Qué llevó a su desaparición y cómo se maneja hoy la seguridad en el sistema? Te lo contamos
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¿Cuál es el origen de los detectores en el Metro de la CDMX?
La instalación de los detectores comenzó en 2010, tras un tiroteo en la estación Balderas en 2009 que dejó dos muertos.
Se invirtieron más de 26 millones de pesos en 39 arcos detectores de metal y equipos de rayos X, buscando prevenir la entrada de armas al sistema de transporte.
Foto y crédito: Web Movimiento Ciudadano
Durante sus primeros años, estos equipos operaban con revisiones aleatorias supervisadas por personal de seguridad, especialmente en estaciones de alta afluencia como Pantitlán, Chabacano e Indios Verdes.
Estas medidas respondían a un contexto de mayor preocupación por la seguridad en espacios públicos, inspiradas en tecnologías usadas en aeropuertos.
Foto y crédito: @MetroCDMX
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¿Por qué desaparecieron estos detectores de metales del Metro?
A pesar de su intención, los detectores enfrentaron problemas que marcaron su destino. La falta de mantenimiento provocó que muchos quedaran inoperantes. Además, los altos costos asociados con su reparación o actualización y la dificultad de gestionar el flujo masivo de pasajeros hicieron que su uso se volviera inviable.
Desde hace más de una década, los detectores de metales y dispositivos de rayos X en el Metro de la CDMX han quedado en un estado de abandono debido a la falta de presupuesto para su mantenimiento.
Foto y crédito: @DenunciasMetro
De los 35 arcos y 37 equipos instalados originalmente, muchos han dejado de funcionar o presentan desperfectos.
Además, la presencia reducida de personal de seguridad en las estaciones contribuye a que incluso los equipos que siguen operativos no se utilicen regularmente para inspecciones, dejando al descubierto un vacío en las medidas de protección para los usuarios
Foto y crédito: Web Metro CDMX
¿Cuáles son los resultados y la actualidad de estas medidas de seguridad?
La falta de funcionamiento de los detectores de metales ha facilitado el ingreso de personas armadas al Metro, lo que ha desencadenado varios incidentes violentos.
Entre 2017 y 2018, se registraron 64 decomisos de armas, aunque esta cifra no refleja la totalidad de los casos. La carencia de protocolos de seguridad eficaces y la falta de recursos han mermado el impacto de las medidas preventivas inicialmente establecidas, dejando al sistema vulnerable a situaciones de riesgo.
En lugar de mantener los detectores, el Metro de la CDMX ha optado por otras estrategias, como reforzar la presencia policial y expandir las redes de cámaras de vigilancia. Aunque estas medidas buscan garantizar la seguridad, los retos persisten en un sistema que transporta millones de usuarios diariamente.
La desaparición de estos equipos refleja los desafíos de combinar seguridad efectiva con la logística en un sistema tan complejo como el Metro de la CDMX.
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