¿Puedes seguir siendo amigo de tu ex? Esto dice un estudio de la UNAM

CIUDAD DE MÉXICO. - El fin de una relación amorosa suele estar marcado por un sinfín de emociones y reflexiones, entre las cuales surge una de las preguntas más frecuentes en las dinámicas sociales modernas: ¿Es posible ser amigos de una ex pareja? Este cuestionamiento, que ha intrigado a personas de todas las generaciones, parece no tener una respuesta definitiva, ya que depende de diversas circunstancias, según explicó la académica Noemí Díaz Marroquín, de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en un reciente estudio.

Factores clave en una relación amorosa

Díaz Marroquín señaló que existen tres pilares fundamentales en cualquier relación sentimental: la pasión, que representa el deseo de estar con la pareja; la afinidad, es decir, qué tanto comparten en cuanto a valores, gustos y creencias; y el compromiso, la decisión mutua de continuar construyendo la relación.

“Dependiendo de cómo hayan sido estos puntos, se podrá o no ser amigos después de una ruptura”, afirmó la académica. En los casos en que ambos miembros de la pareja estén en sintonía con el hecho de que la relación amorosa ha terminado y no sienten ya un compromiso emocional hacia el otro, la amistad puede ser viable. “Pueden platicar sanamente e incluso hasta divertirse juntos, siempre y cuando el vínculo haya terminado de manera pacífica y sin fricciones mayores”, añadió.

 

Escenarios donde la amistad no es posible

Sin embargo, la posibilidad de una amistad post-ruptura no siempre es factible. Existen varios escenarios donde esta opción no es saludable o incluso peligrosa. Uno de los casos más claros es cuando la relación estuvo marcada por episodios de violencia, tanto física como emocional. “Una nalgada o un jalón pueden parecer un juego, pero en realidad son banderas rojas de que la relación no iba bien”, destacó Díaz Marroquín. También señaló que el control en redes sociales, vigilar a quién le da “like”, quiénes son sus amistades o quién comenta sus publicaciones, es una forma de violencia psicológica que deja huellas profundas.

Tras la ruptura, es común que la persona violenta busque establecer una 'amistad' como medio para seguir controlando a su ex pareja. En estos casos, la persona que ha sido sometida a violencia puede aceptar esta falsa amistad por miedo o para calmar la situación, pero realmente se encuentra en una posición forzada. 'La violencia en una pareja se reconoce cuando el malestar emocional es persistente', puntualizó la académica.

 

El peligro del apego y el amor no correspondido

Otro escenario donde la amistad no es recomendable es cuando una de las partes sigue teniendo sentimientos amorosos, mientras que la otra desea únicamente una relación de amistad. Aquí, la parte que aún está enamorada puede aceptar la situación por miedo a perder a su ex pareja, pero esto suele derivar en situaciones emocionalmente dañinas. La autoestima de la persona que sigue enganchada a la relación se vuelve vulnerable y es probable que salga lastimada al convivir con su ex y, en algunos casos, hasta con la nueva pareja de este.

“El amor no correspondido dentro de una supuesta amistad con el ex puede afectar la autoestima, ya que la persona se reafirma como alguien ‘no valioso’ ante los ojos de su ex pareja y, peor aún, frente a sí misma”, explicó Díaz Marroquín. En estos casos, la recomendación es construir nuevas redes de amistad, involucrarse en otras actividades y, en muchos casos, acudir a terapia para trabajar en el desapego emocional.

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El desafío de las nuevas relaciones

Una amistad con la ex pareja puede mantenerse, pero cuando una de las partes inicia una nueva relación sentimental, la situación puede volverse compleja. Según el estudio, la reacción de la nueva pareja es crucial para que la amistad entre los ex funcione o no. 'Es importante que exista confianza y comunicación en la nueva relación. Hablar abiertamente sobre lo que aporta esa amistad y demostrar que la ex pareja es solo una amiga o amigo es esencial para evitar inseguridades', comentó la académica.

Al final, la pregunta sobre si es mejor continuar una vida sin la ex pareja como amigo no tiene una respuesta universal. Dependerá de las circunstancias personales, el tipo de vínculo que existió y la salud emocional de ambas partes. Lo que sí es importante, según concluye Noemí Díaz, es estar atentos a cualquier señal de incomodidad dentro de una relación y resolver los conflictos a tiempo. Si no es posible, siempre será mejor poner fin a la relación antes de que el daño emocional sea mayor.

En un mundo donde las relaciones se transforman constantemente, la respuesta a si se puede ser amigo de una ex pareja seguirá siendo compleja y variada, dependiendo de cada historia de amor.