¿Por qué el Talibán le teme al aerosol para el cabello y al barniz de uñas?

CIUDAD DE MÉXICO.- El pasado 2 de julio las autoridades de Afganistán informaron que todos los salones de belleza tendrán que cerrar. Como máximo, en un mes deberán acatar la norma planteada por el Ministerio de la prevención del vicio y la promoción de la virtud.

En Kabul, varias estéticas ya dejaron de operar. Esta medida no es nueva y tampoco es un capricho. Durante el anterior mandato del Talibán, de 1996 a 2001, también exigieron la clausura de estos negocios. Retomaron actividades hasta la intervención estadounidense. Por ello la noticia no debería tomarnos por sorpresa.

Es un movimiento bien pensado del gobierno afgano. Los salones de belleza eran la fuente económica de muchas mujeres en el país. El poder económico, da independencia, una cualidad impropia de la mujer de acuerdo al Talibán.

Además, las estéticas se convirtieron prácticamente en el único lugar público al que mujeres y niñas podían ir para socializar. Desde que llegaron al poder, los extremistas les prohibieron el ingreso a escuelas, universidades, gimnasios y parques.

Forzar la clausura de salones de belleza es la más reciente medida implementada por el Talibán en un último esfuerzo por empujar a las mujeres fuera de la vida política, social, pública y económica.