Metro de CDMX: en estas estaciones puedes observar tesoros arqueológicos
El Metro no es solo un transporte; es un puente entre el pasado y el presente. Cada día, millones de chilangos transitan por estaciones que, además de conectar destinos, cuentan historias.
CIUDAD DE MÉXICO. — El Metro de la CDMX no solo es el motor que mueve a millones de chilangos diariamente, sino también una ventana al pasado. En sus túneles y estaciones se esconden secretos arqueológicos que revelan la historia prehispánica y colonial de nuestra capital.
Más allá de ser un medio de transporte, el Metro es un museo viviente que conecta a los pasajeros con el legado histórico de esta urbe.
¿Encontraron piezas arqueológicas cuándo se creó el Metro?
Cuando comenzaron las excavaciones para construir el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC) en 1967, nadie imaginaba que serían un parteaguas para la arqueología. Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), las obras del Metro permitieron recuperar más de 20,000 objetos que datan desde la prehistoria hasta el siglo XX.
Sin estos trabajos, no sabríamos cómo lucían las avenidas Izazaga o la plancha del Zócalo en tiempos prehispánicos. Raúl Arana, arqueólogo del INAH, fue uno de los pioneros en las tareas de salvamento arqueológico durante las obras. Algunos descubrimientos fueron tan significativos que quedaron inmortalizados en la iconografía del Metro.
¿Sabías que las imágenes de algunas estaciones no son solo decorativas? Cada una cuenta una historia. Aquí te contamos algunas de las más emblemáticas.
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¿En qué estaciones del Metro hay vestigios arqueológicos?
Pino Suárez: El Templo a Ehécatl
En 1968, durante la construcción de la estación Pino Suárez, los arqueólogos descubrieron un templo dedicado a Ehécatl, una manifestación de Quetzalcóatl como deidad del viento. Este adoratorio, que data de la época prehispánica, se encuentra a la vista de los usuarios, justo en el pasillo de correspondencia entre las Líneas 1 y 2.
El templo originalmente tenía un gran patio, escalinatas, canales y muros que conectaban la calzada de Iztapalapa con Tenochtitlán. Hoy, su icono en el Metro es un homenaje a este hallazgo que representa la conexión entre el pasado y el presente.
Talismán: Un Mamut prehistórico
¿Te has preguntado por qué el icono de la estación Talismán es un mamut? Durante la construcción de la Línea 4 en 1978, fueron hallados los restos fósiles de un Mammuthus imperator, un gigante de la Edad de Hielo. Estos restos, exhibidos bajo un domo en la entrada oriente de la estación, recuerdan el legado de una época en la que la cuenca de México era hogar de estas majestuosas criaturas.
El mamut se conecta con el nombre de la estación, pues en muchas culturas el elefante es símbolo de buena suerte, igual que el concepto detrás de un talismán.
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¿Dónde se pueden ver los objetos prehispánicos encontrados en las excavaciones?
Si eres curioso o simplemente quieres conocer más sobre los hallazgos arqueológicos y la historia del Metro, el Museo del Metro es tu destino. Ubicado en el transbordo de Mixcoac, este espacio abre sus puertas de martes a domingo, de 10:00 a 20:00 horas.
En su sala 4, podrás disfrutar de la exposición “Objetos Cotidianos”, realizada en colaboración con el INAH. Aquí se presentan piezas recuperadas desde las primeras excavaciones del STC, reflejando la vida, cultura y transformaciones sociales de la Ciudad de México a lo largo del tiempo.
El Metro no es solo un transporte; es un puente entre el pasado y el presente. Cada día, millones de chilangos transitan por estaciones que, además de conectar destinos, cuentan historias. Así que la próxima vez que tomes el Metro, recuerda que estás viajando sobre una ciudad con miles de años de historia. Porque en el Metro de la CDMX, cada estación tiene algo que contar.
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