Síguenos

La convivencia con agresores en fiestas de fin de año, un peligro latente

El 77.4% de agresiones sexuales a mujeres de 1 a 17 años en México en 2022 fueron perpetradas por conocidos o familiares.

Por: Laura Ávila

CIUDAD DE MÉXICO.- En medio de la temporada festiva de fin de año, muchas personas enfrentan el dilema emocional de compartir reuniones familiares con sus agresores o abusadores, lo que genera un desafío para quienes han experimentado algún tipo de violencia. 

Y es que según datos proporcionados por la Red por los Derechos de la Infancia en México, el 77.4% de los casos de agresiones sexuales contra mujeres de entre 1 y 17 años en México durante el 2022 fueron cometidos por personas que tenían algún tipo de relación o parentesco con las víctimas. 


¿Qué relación de parentesco tienen las víctimas con sus abusadores?

El 26.5% de las víctimas menores de edad tuvieron como agresor a su pareja. Mientras que 18.3% fueron causadas por otros parientes distintos a los padres o madres como lo son los primos, tíos, hermanos o abuelos.

Los conocidos sin parentesco también representan una proporción significativa de los agresores sexuales de niñas y mujeres adolescentes en el país: 19.2% de los agresores eran conocidos sin parentesco, como los vecinos, las amistades de la familia, compañeros de escuela y otras personas del entorno.

Los padres y padrastros representen el 13.4% de los agresores sexuales de niñas y mujeres adolescentes, superando incluso a los agresores desconocidos, que constituyeron el 10.8% durante el mismo periodo. En el caso de hombres del mismo rango de edad, los principales agresores fueron otros parientes (29%), seguidos por conocidos (23.7%) y desconocidos (16.5%).

 

¿Cuáles son los entornos donde pasan con mayor frecuencia los abusos?

Los entornos donde se reportan más casos de violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes son mayormente los hogares, siendo el escenario del 75.2% de los incidentes registrados a nivel nacional durante 2022. Asimismo, la vía pública y la escuela también aparecen como lugares preocupantes, representando el 4.1% y el 2% de los casos de violencia sexual contra niñas y adolescentes, respectivamente.


Esta cruda realidad evidencia la complejidad emocional y psicológica que enfrentan las víctimas de abuso durante las festividades de fin de año, al tener que lidiar con la presencia de sus agresores en contextos familiares y sociales. La convivencia en estas situaciones se convierte en un reto emocional, desafiando su bienestar mental y emocional en medio de celebraciones que deberían ser momentos de alegría y unión familiar.