Inicia el solsticio de invierno y te contamos todo lo que necesitas saber
Este fenómeno astronómico anual, representa la transición hacia el invierno y está previsto para iniciar a las 21:27 horas, según la UNAM.
CIUDAD DE MÉXICO.- Este jueves 21 de diciembre, a las 21:27 horas del Centro de México, marca el inicio del Solsticio de Invierno según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El Solsticio de Invierno, explicado por Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, representa un momento donde el día y la noche tienen la misma duración. Lo que significa que el hemisferio norte vivirá la noche más larga y el día más corto del año. En este evento astronómico que marca el inicio del invierno, el polo norte de la Tierra se inclina hasta llegar a estar 23.5 grados más alejado del Sol.
Fierro Gossman explica que, 'solsticio' proviene del término que significa 'Sol quieto', destacando cómo en la antigüedad el ser humano usaba el sol como referencia temporal a través de sus sombras y posición en el cielo.
Además, resalta que, al observar diariamente al Sol, se percibe su desplazamiento a una hora consistente, formando una figura en el cielo conocida como analema, que parece representar el símbolo del infinito. Durante los solsticios de invierno y verano, el movimiento aparente del Sol es mínimo, en contraste con el rápido desplazamiento cercano a los equinoccios.
La UNAM asegura que el Solsticio de Invierno, más allá de su relevancia astronómica, continúa siendo una ocasión para reflexionar sobre la naturaleza y el paso del tiempo, conectando a la humanidad con sus antiguas prácticas de medición temporal a través de los astros.
Diferencias del solsticio y del equinoccio
De acuerdo con National Geographic, la distinción entre solsticio y equinoccio se fundamenta en su naturaleza astronómica. Los solsticios, ya sean de invierno o de verano, se definen por el punto en el que el Sol alcanza su máxima o mínima distancia angular con respecto al ecuador terrestre. Por otro lado, los equinoccios, tanto el de primavera como el de otoño, se producen cuando el Sol se encuentra precisamente sobre el ecuador, resultando en días y noches de prácticamente igual duración.