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Gobierno de la CDMX inmortaliza a Chavela Vargas con una escultura en Garibaldi

Con una altura de 2,10 metros, la obra refleja la majestuosidad y fortaleza de la cantante, resaltando su icónico atuendo y su expresión desafiante, características que la convirtieron en una leyenda.

Por: Marco Delgadillo

CIUDAD DE MÉXICO. - Este domingo por la mañana, la Plaza Garibaldi, corazón de la música ranchera y del mariachi en la Ciudad de México, se llenó de emociones al rendir homenaje a una de las figuras más icónicas de la cultura mexicana: Chavela Vargas. El jefe de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, acompañado por Inti Muñoz, Secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda; la escritora y periodista Elena Poniatowska; Argel Gómez, encargado de la Secretaría de Cultura; María Cortina Icaza, Directora de Casa Refugio; José Manuel Oropeza, autoridad del Centro Histórico, y Juan Gerardo López Hernández, Secretario de Bienestar e Igualdad Social, fueron algunos de los presentes en el evento para inaugurar la escultura dedicada a 'La Chamana', como cariñosamente era conocida la cantante.

La escultura, situada en el Paseo de las Luminarias de la plaza, compartirá espacio con los monumentos de otras figuras clave de la música popular mexicana como Lola Beltrán, Juan Gabriel y José Alfredo Jiménez. El homenaje busca perpetuar la memoria de Chavela Vargas, cuya voz y espíritu indomable marcaron profundamente la cultura musical de México.


Un homenaje a la libertad y la pasión

La ceremonia de inauguración, que comenzó a las 11:00 horas, fue un tributo a la vida y legado de Vargas, quien, aunque nacida en Costa Rica, eligió México como su patria y se convirtió en un emblema de la música ranchera. Durante el evento, María Cortina Icaza, biógrafa de la artista y una de las principales promotoras del homenaje, expresó la importancia de este reconocimiento: “Me parece que la Ciudad de México se lo debía. Garibaldi fue y sigue siendo la plaza más emblemática para Chavela, así como lo es para la Ciudad de México. Ella, como todos sabemos, decidió ser mexicana porque ‘los mexicanos nacemos donde nos da la chingada gana’, según sus propias palabras”.

Cortina destacó que el legado de Chavela Vargas va más allá de su música: su vida estuvo marcada por la libertad, la fortaleza y su inquebrantable deseo de superar las adversidades. Este mensaje, afirmó, ahora estará presente en Garibaldi de manera más tangible, como una inspiración para todos aquellos que visiten la plaza.

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Un artista dedicado a capturar la esencia de Chavela

La escultura fue creada por Alfredo López Casanova, un escultor jalisciense reconocido por su capacidad de capturar la esencia de figuras históricas a través de su arte. López Casanova es también autor de la escultura dedicada a Gilberto Bosques, el diplomático mexicano que salvó a miles de republicanos españoles y judíos durante la Guerra Civil Española. En esta ocasión, el artista jalisciense dedicó seis meses de trabajo en su taller ubicado en la alcaldía Iztapalapa, donde moldeó en bronce la figura de Chavela Vargas utilizando la técnica de cera perdida.

Con una altura de 2,10 metros, la obra refleja la majestuosidad y fortaleza de la cantante, resaltando su icónico atuendo y su expresión desafiante, características que la convirtieron en una leyenda dentro de la música ranchera. 'Quisimos capturar no solo su imagen, sino su espíritu, su esencia como una mujer fuerte, libre y con una conexión profunda con su público', señaló López Casanova.

 

Chavela Vargas: Una leyenda eterna

Chavela Vargas, cuyo nombre completo era Isabel Vargas Lizano, nació el 17 de abril de 1919 en Costa Rica, pero se trasladó a México en su juventud, país al que consideraba su verdadera patria. Su carrera despegó en los años 50, cuando comenzó a cantar rancheras con un estilo único que rompía con los convencionalismos de la época. Con su voz ronca y desgarradora, y su inquebrantable personalidad, Vargas transformó la música tradicional mexicana, dándole un nuevo matiz de intensidad emocional.

Amiga cercana de artistas como Frida Kahlo y Diego Rivera, y de escritores como Juan Rulfo y Octavio Paz, Chavela representaba un símbolo de libertad y transgresión, desafiando las normas sociales y los roles de género de su tiempo. Su vida, marcada por la pasión, el amor y la música, la convirtió en un ícono no solo de la música ranchera, sino también de la lucha por la autenticidad.

La inauguración de la escultura en Garibaldi no solo celebra su contribución a la cultura mexicana, sino que asegura que su legado continuará resonando en las calles de la Ciudad de México, en el corazón de la música popular mexicana.